miércoles, 14 de mayo de 2008

Algo así como romper para surgir

Y lo dijo sin pudor, como era de esperarse. Mundo Absurdo dijo. Hablamos de márgenes y centro, hablamos de productos e identidad mientras las opiniones y pensamientos se quedaron arrugados en borrador porque no hay respuestas que completen.
Mundo Absurdo chilló mi mandíbula mientras transcurría un día de trabajo terco y digno de olvidar.
Después de lo planteado por Pepe Ribas y por las inquietas voces cordobesas me convencí de que no somos muchos, pero quizás tampoco seamos tan pocos. La incertidumbre es el comodín de los periodistas, pero nos desayunemos algo: todos están en la misma. Las consecuencias y los desenlaces son perspectivas que solo se adquieren con la distancia temporal evidentemente ausente por ahora.
Los cambios que nos desafían son seguramente más de lo que nuestras limitadas capacidades pueden absorber y el periodismo cultural discute con su psicóloga sobre una crisis de adolescencia tardía.
Pienso que nuestro peor error como comunicadores es mantenernos expectantes sobre el mundo. Las estéticas, productos y demases cosas culturales que acontezcan en el globo no debieran ser ignoradas pero tampoco pueden reemplazar la inmediatez geográfica que nos enlaza con nuestra urbe.
Y para quedarme con una pauta de acción que alimente las inquietudes vuelvo a las palabras de Ribas… la cultura real está en lo popular. Sin escalar por la discusión de los géneros o tribus, la propuesta es acercarnos y definir una propia identidad para que las letras broten con conciencia e ideología, no importa cuales pero que no falten.
Algo así como romper para surgir.



Elisa

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