José Olmedo - Apología de la acción

PRIMER DÍA

Mayo 13. Mi celular marcaba las diez de la mañana con diez minutos cuando cruzo la puerta de entrada del España Córdoba.

Llego 10 minutos tarde, o temprano, según cómo se lo mire. Algunos saludos y todos adentro. 10.20. Algunas revistas con la leyenda Ajoblanco a modo de panfletos litúrgicos en los bancos de la sala de conferencia y José Ribas que se presenta. Es parecido a Alberto Olmedo, pero trato de no comentarlo con nadie.

Paso los primeros minutos tratando de explicarme porqué me encontraba allí. Franquismo, Ajoblanco, “muy conceptual”, no me entraban balas. Sí, tengo un blog, sí, me interesa la cultura en su significado menos restrictivo, sí, el periodismo me apasiona, sí, estaba un poco dormido todavía, pero en mi vida había leído una Ajoblanco, y gracias al trabajo arduo e insistente de algunos militantes ortodoxos de agrupaciones estudiantiles de izquierda tengo las bolas llenas de franquismo, proceso, dictadura, etc. Volví a leer el folleto que había captado mi atención hacía unas semanas, me sentía un poco estafado. Nunca me agradó la gente que da conferencias remarcando asiduamente sus propios logros, porque para publicidad tengo el resto de la vida o las conferencias en la Siglo21. Pero algo era diferente en la forma de hablar de José. Y el panfleto lejos de darme una explicación que no necesitaba seguía impasible (como todo folleto) con esas dos terribles palabras: periodismo-cultural. Dos vocablos que utilizados en una misma frase, me pueden; como amigos-viaje, sexo-drogas, fideos-manteca, etc. Intenté concentrarme, apagar las deformes expectativas con pretensiones de revelación. Y ahí comencé a conectar. Lo primero que me gustó fue la reivindicación de la cultura viva con respecto a la cultura sesuda. Márquez vs. Llosa pulseando ideales en un bar. Y ni lo pienso, como José me quedo con Gabriel, pero lo pienso dos veces y soy consciente de que estoy más cerca de Mario. Punto para José, ya me sirvió de algo. En la calle está la cultura, en la gente que está en la calle. Los demás son todos giles.

Apología de la acción resultó ser el resto de la conferencia. Espontaneidad, intercambio, debate, comprensión, libertad, osadía, cambiar, apasionar fueron las palabras sueltas que apunté desordenadamente en un cuaderno, pero lo importante queda en la cabeza y las siguientes frases de bazar quedaron flotando:

“Así como el prototipo de mujer hueca argentina, la excesiva atención a los detalles encubre la falta profundidad y comprensión.”

“Para hacer una revista exitosa, hay que empezar a hacerla.”

“La concentración es un arma de destrucción masiva, o de liberación colectiva.”

“La palabra no se pide, se conquista.”

“El periodismo no se estudia, se hace.”

“La cultura no puede cambiar el mundo, pero puede mejorarlo.”

“La idea es comprender, no describir.”

“La diferencia entre el éxito y la derrota es la osadía.”

“Los franquistas eran reculiados.”

Luego del receso José dejó el micrófono y escuchó. Las intervenciones eran muchas y variadas. Opté por no hablar, porque la cara de mequieropegaruntiroenloscojones que ponía José durante la mayoría de las exposiciones era intimidante. Se entiende, el público mediterráneo aportó su visión personal sobre la ética de la cultura, sobre el por qué y esas cosas, pero José estuvo hablando toda la mañana sobre el hacer y el para qué. Seguí optando por no hablar, tampoco tenía mucho que decir y no quería inventar sensaciones, salvo que José se parecía a Olmedo.
Finalmente el horario establecido terminó por dar por finalizada la jornada, y con la promesa de seguir mañana y la sensación colectiva de vamosacambiarelmundoconunarevista apuñalando la cabeza, cada uno a su casa.

No queremos cambiar el mundo,
Queremos cambiar esta ciudad,
Y si eso es demasiado,
perdimos.

Gracias José.



SEGUNDO DÍA

Mayo 14.
Por alguna extraña razón el editor de texto no me deja sacar la cursiva.

El día fue productivo. Nuevamente llegué tarde o temprano, que en Argentina es casi lo mismo. Aprendí que a José algunos atrevidos le dicen Pepe, y recuerdo que el origen etimológico del apodo, deviene del uso herejético, de la sigla "PP", correspondiente al título de "Padre Putativo", por el carpintero -no es chiste- de la Biblia, ergo, José, el padre de Jebús).

Hoy también aprendí que los comunicadores podemos ser interlocutores muy irritantes si nos lo proponemos. Nos encanta hacer de las conversaciones "mares de dulce de leche", hermosa metáfora que utilizó el compañero de la UTN. José es un tipo práctico, emprendedor, conciso; comparte el estilo y la dinámica de su amigo Toni Puig, el pope anti pope de la gestión cultural. Pero nos es difícil de comprender. De cualquier forma el debate tomó mejor forma que ayer, era imposible que fuese menos productivo. Se entiende, nos gusta hablar, y nuestro principal problema es la papota. Porque lo que hacemos es una actividad constructiva, ideologizante, liberadora (en los mejores casos), colectiva, y eso, no entra en la cabeza de los que tienen la billetera. ¡Pero cuidado con querer meter mano en la billetera! No nos caigamos al bolsillo, sea de quien sea. El motor de la cultura son los significados, no la plata, y el periodismo cultural se hace con bolsillos rotos. "El que se conforma con poco es insobornable" dijo Sábato una vez; "el dinero no es todo, pero ¡cómo ayuda!" dijeron los Decadentes en otra oportunidad.

El resto del debate siguió la pauta, y puede resumirse en "si, bueno, pero como que - yo tengo un proyecto re alternativo y muy cultural - pero no tengo plata - pero es re alternativo y me la banco - cambiemos el mundo - ¿dónde consigo plata para cambiar el mundo? - los que tienen plata conspiran en mi contra".

Muchos matices, experiencias y proyectos realmente interesantes para plantear en otra -esta, en el blog- ocasión. Hasta que la voz de Julieta, bien llamada "coordinadora", se hizo escuchar y centró el asunto en lo que se debía: practicar lo que se decía en diferentes idiomas y José se había hartado de repetir: ser prácticos: conectar: crear vínculos: debatir: trabajar en red: ser sinérgicos: plantear nuestras inquietudes y trabajar en torno a un agente convocante, seguir alterando, cambiar el mundo, desde este blog.


"Hay equipo" dijo alguien en un post reciente.
Pongamos pila,
y que no decaiga.

Gracias José.

Hola a todos.

marcos

Advertencia post scriptum: Este post puede pecar de mala onda, e incluso llegar a herir sensibilidades, pero no es mala leche, es pura agitación. Un gusto compartir este curso con todos ustedes. Seguimos en contacto.