RING!

El despertador sonó a las 10 y pico. Sonó en medio de la habitación donde José -que era Malanca- dormía, con su cama colada entre los atriles, los maletines llenos de pinturas y los petates aún sin desarmar.

El despertador sonó a las 10 y pico, cuando José -que no es Malanca- saludó y comenzó a relatar su experiencia de la revista Ajo Blanco, fenómeno de periodismo cultural libertario parido en Cataluña hace más de 30 años.

José -que es Pepe- nos despertó con su arenga afortunadamente carente de altisonancias y de pedantería, pero sostenida en el sano orgullo por el trabajo realizado, por las convicciones conservadas, por la concentración mantenida.

Pepe -que es Ribas- nos despabiló diciéndonos con subrayado simple que para hacer periodismo cultural es fundamental la pasión, esencial el grupo, valiosa la mezcla y útil el trueque.

Ribas -que es con be larga- nos cacheteó el letargo recordando la necesidad de enmarcar socio-cultural-históricamente todo escrito de periodismo cultural, destacando la importancia de los intercambios humanos bien amplios, asegurando que no hay que temer a los “cambios de forma” siempre que se mantenga la coherencia a otro nivel, pidiendo que “no comuniquemos narcisismos”, y recordándonos que el culto permanente a la gran nueva cosa nos escatima la posibilidad de acceder a la profundidad, que no es un pozo.

José Pepe Ribas -que aún no sé si es catalán o sevillano- nos terminó de zamarrear la modorra que pudiera quedar proponiendo la siguiente secuencia de acción: Pasión > Reflexión y Distanciamiento > Creación y Locura.

Dormir está bueno; dormir -como creo que decían los surrealistas- también es trabajo. Pero también está bueno que a veces alguien irrumpa en nuestra hibernación para estimularnos otro sueño, que alguien nos ayude a desvelarnos de los ‘no-se-puede’, ‘el-combate-está-perdido’ y ‘es-lo-que hay’.

Sonó la campana. Volvamos al ring.

Iván Lomsacov.