¿De qué hablamos cuándo hablamos de cultura?¿Cultura popular, masiva o under?¿Cultura para unos pocos o cultura para todos?. El debate siempre ha sido enriquecedor. Sentada en el cálido auditorio del CCEC escucho voces distintas, amplios matices.
Alguien gatilla y la pregunta se dispara como un proyectil imparable, arrasador.¿Cuál es la razón de ser del periodismo cultural? La respuesta me sumerge en un estado de perplejidad: "transformar el mundo", dice José Ribas, con la naturalidad de quien expresa una obviedad. ¿Pero realmente es así?
Cuántas veces me veo sentada frente a mi computadora reproduciendo un discurso, el mismo discurso que repiten miles, y me conformo pensando que lo que escribí vale la pena. Me engaño a mi misma, porque mi conciencia sabe que lejos de transformar la realidad, estoy favoreciendo un cómodo statu quo.
El rol del comunicador es fundamental en cualquier sociedad que apueste al diálogo como principal recurso para lograr la convivencia en armonía de las personas. Por eso apuesto - y esta es mi convicción - a luchar por la cultura. Porque es en ella donde confluyen las visiones y los deseos, los proyectos, las frustraciones y la pasión de un pueblo. Y es a partir de ella que podemos lograr el verdadero cambio, que permita un mundo que no genere violencia a partir de diferencias. Estas fueron y son construidas por el hombre, y por ello pueden ser destruidas por él.
Verónica Córdoba
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